martes, 4 de marzo de 2014

Selectividad 2012 Septiembre Reserva B

Selectividad 2012 VI

OPCIÓN A

                 

Introducción

Presentamos a continuación, de una manera más elaborada, el trabajo sobre un examen de Comentario de Texto, Lengua Castellana y Literatura. La prueba de la PAU elegida ha sido la Opción A del último modelo de 2012 del que disponemos (que hemos llamado en www.manojitos-de-mirra.webnode.es Modelo VI, y que imaginamos que se corresponderá con el examen reserva B de Septiembre).
     El motivo para su elección ha sido el texto, de San Manuel Bueno, mártir, que es de interés para mis alumnos siempre ávidos de conocimiento y saber, que, por estas fechas, tienen cierto interés por un examen que pronto realizarán, esperemos que con éxito. Les deseo mucha suerte, especialmente a los que están estudiando con intensidad.
     Esta vez, en lugar de presentar aquello que destaca y dejar que ellos mismos ordenen y completen la información dada (que es la manera más inteligente de trabajar con estos exámenes, mucho mejor a que te lo den todo hecho), esta vez, como digo, voy a ofrecer el ejercicio completo con las explicaciones del proceso.
     Este texto ha sido leído hoy martes, 4 de marzo de 2014, en una clase de refuerzo para alumnos interesados en el IES Torre del Rey (Pilas) de 17:30 a 19:00 h. aproximadamente. Han participado de su lectura y extracción de ideas fundamentales cinco alumnos de diferentes grupos, que son coautores de este texto junto conmigo, el profe. Nuestros nombres aparecen al final. Nos hemos centrado, sobre todo, en el Comentario Crítico, y nos hemos basado para ello muy especialmente en las ideas de trabajo y guion que María Díaz Pacheco, Rosario Iglesias Fernández y Penélope Pedreira Rodríguez nos ofrecen en Comentario de Texto. Lengua Castellana y Literatura. Prueba de acceso a la Universidad (Editorial Algaida). Además de sus consejos teóricos, nos hemos fijado también en cómo proceden en un fragmento similar. Por supuesto, la calidad de nuestro trabajo no alcanzará a la de ellas, aunque tampoco esperamos que nuestros alumnos vean y se expresen como estas tres expertas: nos "conformamos", de momento, con que entiendan el texto y sepan cómo empezar, continuar y terminar un Comentario Crítico, algo por lo que nos preocupamos con cierta razón. Esperamos que este material sirva de ayuda. 
         


El examen (Opción A)


Texto
(Hemos marcado sobre él algunos términos y expresiones que nos han llamado la atención al leer).

Decíase que había entrado en el seminario para hacerse cura, con el fin de atender a los hijos de una su hermana recién viuda, de servirles de padre; que en el seminario se había distinguido por su agudeza mental y su talento y que había rechazado ofertas de brillante carrera eclesiástica porque él no quería ser sino de su Valverde de Lucerna, de su aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él.
     Y ¡cómo quería a los suyos! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres hijos indómitos o reducir los padres a sus hijos, y sobre todo consolar a los amargados y atediados y ayudar a todos a bien morir.
     Me acuerdo, entre otras cosas, de que al volver de la ciudad la desgraciada hija de la tía Rabona, que se había perdido y volvió, soltera y desahuciada, trayendo un hijito consigo, don Manuel no paró hasta que hizo que se casase con ella su antiguo novio Perote y reconociese como suya a la criaturita, diciéndole:
–Mira, da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo.
–¡Pero, don Manuel, si no es mía la culpa…!
–¡Quién lo sabe, hijo, quién lo sabe…! y, sobre todo, no se trata de culpa.
     Y hoy el pobre Perote, inválido, paralítico, tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel que, contagiado de la santidad de don Manuel, reconoció por suyo no siéndolo.


                                                        Miguel de Unamuno: San Manuel Bueno, mártir.

Cuestiones

1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima: 1.5 puntos).
2. 2 a) Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0.5 puntos).
2 b) Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto).
3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos).
4. Explique el significado que tienen en el texto las siguientes expresiones:
a) [su vida era] reducir a sus padres hijos indómitos
b) la desgraciada hija de la tía Rabona, que se había perdido
c) da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo
d) [el pobre Perote] tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel
(Puntuación máxima: 2 puntos).
5. Explique las características de las distintas tendencias de la narrativa del siglo XX hasta 1939. Cite los autores y obras más representativos. (Puntuación máxima: 2 puntos).


Trabajo Previo

Lo que vamos a hacer a continuación debes verlo en tu mente (pensarlo) o escribirlo rápido a modo borrador mientras lees. También puedes señalarlo en el propio texto.

Idea General del Texto

Don Manuel Bueno se hace cura para ayudar y servir a los vecinos de su pueblo, Valverde de Lucerna.

Ideas Principales de cada párrafo

1º-D. Manuel se hace cura para ayudar a sus paisanos de Valverde de Lucerna, llegando a rechazar otros cargos eclesiásticos más importantes.
2º- Ejemplos/Casos de su tarea que demuestran amor por los de su pueblo, y por tanto por qué quería ser párroco de su pueblo.
3º y 4º- Anécdota donde don Manuel convence a Perote para que reconozca como hijo al que no es suyo.

Palabras o ideas-clave

1.) El concepto de padre: cura, sentimiento paternal/paternalismo, Perote, padre.
2.) El rechazo del concepto culpa (culpabilizar, quién lleva razón) y la entrega, el sacrificio por los demás.
3.) La palabra perdido.

En los tres casos, se trata de conceptos que aparecen en vocablos con significado literal y metafórico, con connotaciones bíblicas y religiosas.

4.) La montaña y el lago: Símbolos recurrentes de la fe y la duda en don Manuel.

Nos llaman la atención...

a) La posposición de pronombres personales átonos: Decíase en vez de Se decía.
b) La aparición del artículo junto al posesivo: una su hermana. Hoy podemos decir su hermana o la hermana suya. El valor afectivo de otro posesivo: su Valverde de Lucerna.
c) Rasgos de subjetividad de la narradora: exclamaciones, Me acuerdo, ...
d) El pueblo, un broche entre el lago y la montaña (comparación construida sobre el símbolo).


Resolución de las cuestiones planteadas

1. Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto. (Puntuación máxima: 1.5 puntos).

     Aunque estamos ante un fragmento narrativo, observamos una progresión clara de lo general a lo particular: este texto literario presenta una clara estructura deductiva. Por tanto, desde el punto de vista de la organización de ideas, el texto es tripartito.

Primera parte: Don Manuel decide dedicarse a su pueblo (primer párrafo; líneas 1-5: Decíase que había entrado... la montaña que se mira en él).

- Don Manuel quiere hacerse cura para servir a los suyos: no solo a su hermana viuda, sino a todos sus convecinos.
- Destaca en el seminario de tal modo que le ofrecen cargos eclesiásticos de importancia que rechaza para ser párroco de Valverde de Lucerna.

Segunda parte: Actividades de servicio de don Manuel a sus feligreses (segundo párrafo; líneas 6-8: Y ¡cómo quería a los suyos!... ayudar a todos a bien morir).

- Se concreta la vocación de servicio de Don Manuel en las diferentes labores que realiza en beneficio de sus vecinos

Tercera parte: El episodio de Perote y la hija de la tía Rabona (tercer y cuarto párrafos; líneas 9-17: Me acuerdo... por suyo no siéndolo).

- La narrador  ilustra lo anterior mediante un caso particular (episodio de Perote y la hija de la tía Rabona).
- Esta anécdota es una pequeña narración dentro de la historia general que se subdivide, a su vez, en Presentación, Nudo y Desenlace (estructura cronológica o lineal):
     · PRESENTACIÓN (líneas 9 y 10: Me acuerdo, entre otras cosas, ... , soltera y desahuciada, trayendo un hijito consigo): Se plantea el problema de la hija de la tía Rabona.

     · NUDO (líneas 10-15: don Manuel no paró hasta que hizo que se casase ...  y, sobre todo, no se trata de culpa): Se procura la solución del problema, que Perote se atribuya la paternidad del bebé, a través de un breve diálogo entre el joven y el párroco, aunque previamente se nos anuncia que don Manuel conseguirá convencerle.

     · DESENLACE (líneas 16, 17: Y hoy el pobre Perote, ... reconoció por suyo no siéndolo). Ahora, en el presente de la narradora, Perote es ayudado por el bebé que adoptó como hijo propio en aquel momento (final feliz).


                           

2.
2 a) Indique el tema del texto. (Puntuación máxima: 0.5 puntos).

La entrega a sus convecinos, vocación e incansable actividad de don Manuel.


2 b) Resuma el texto. (Puntuación máxima: 1 punto).

Don Manuel Bueno tiene claro desde su etapa de formación en el seminario que quiere ser cura en su pueblo, Valverde de Lucerna, para servir y ayudar a sus paisanos, rechazando incluso cargos eclesiásticos más importantes. Esto se observa en sus muchas labores de atención directa a sus feligreses: especialmente en las relaciones (matrimoniales, paterno-filiales) y en el momento de morir. Todo ello se ilustra al final con el episodio de Perote, al que convence don Manuel para que asuma una paternidad que no le corresponde.
       

3. Realice un comentario crítico del contenido del texto. (Puntuación máxima: 3 puntos).

Vamos a plasmar aquí un posible Comentario Crítico del texto, que debe leerse (redactarse) de seguido, aunque añadimos en cursiva y marcado en verde lo que estamos haciendo según el guion que ofrecemos en nuestra web).

Vamos a empezar con un breve Introducción, donde aprovechamos para contextualizar (autor, obra, ...) y señalar el tipo de texto, junto con un breve resumen del contenido conectándolo con la obra, y empezamos a valorarlo un poco.

El texto es un fragmento de San Manuel Bueno, mártir, última nivola de Miguel de Unamuno y probablemente la más lograda y representativa de las preocupaciones de los noventayochistas: España y su esencia en los pueblos y su intrahistoria, reflejado en la mítica Valverde de Lucerna y sus tradiciones , y asimismo las preocupaciones existenciales del individuo, expresadas sobre todo en las dudas del protagonista, don Manuel Bueno, el párroco, que se debate entre la fe y la razón, y también en la narradora y personaje principal, Ángela Carballino, y en su hermano Lázaro. De hecho, en este fragmento encontramos prácticamente todas las claves de la obra completa, que iremos destacando a lo largo de este comentario.
      El fragmento se sitúa al comienzo de la narración, aunque ya se ha introducido al protagonista, del que se está hablando con anterioridad a este texto. Como se observa aquí, San Manuel Bueno, mártir es una narración ficticia que adopta la forma de una biografía (la de don Manuel Bueno) que escribe un testigo (la narradora, Ángela Carballino), de una manera que la aproxima a la redacción de los Evangelios, donde testigos cuentan las obras y la muerte de Jesucristo.
     Nuestro texto es fundamentalmente narrativo con un breve diálogo entre don Manuel y Perote en el tercer párrafo, quienes hablan en estilo directo, marcándose las intervenciones mediante rayas. Aquí, el protagonista aparece en principio en el seminario en Renada y su regreso como párroco a su pueblo, Valverde de Lucerna. Su vocación, servir a los suyos, se materializa, una vez ordenado sacerdote, en actividades de servicio a los demás, nombrándose muchas de mediación en las relaciones humanas: desavenencias matrimoniales, ayuda a los padres para educar a hijos rebeldes, y a los hijos con los padres que se sobrepasan, y también en los episodios de tránsito de personas moribundas que deben afrontar sus últimos instantes y enfrentarse a la muerte. Esta cuestión de los últimos momentos de vida de los seres humanos es crucial para la obra (pues don Manuel no cree en la vida eterna ni tiene fe en Dios) como para el propio Unamuno. El sentido de la existencia y la vida después de la muerte son recurrentes de los miembros de la Generación del 98, especialmente de Miguel de Unamuno. Por otra parte, hay que destacar que, de toda la labor de don Manuel, se destacan las de contacto directo con individuos concretos, silenciándose las más estrictamente religiosas y litúrgicas, como la celebración de misas. Se destaca, por tanto, su pasión por estar cerca de los demás y asistirles.
     Todo ello se acaba ilustrando con el episodio de Perote. La hija de la tía Rabona vuelve con un bebé, como madre soltera. Para solucionar este problema, don Manuel convence a su antiguo novio, Perote, para que finja ser él el padre del bebé, lo que beneficiará tanto al niño como a la madre.

Ahora valoraremos tema, estructura y contenido, así como la intención del autor.  

     La entrega de don Manuel por los suyos, de manera práctica y activa, es el eje de todo el fragmento y, asimismo, de la obra. De hecho, parece ser la tesis que la narradora desea defender, y de ahí que ella considere al párroco un santo, san Manuel, por esa entrega por sus vecinos, como demuestra su expresión contagiado de la santidad de don Manuel para referirse al sacrificio de Perote al asumir una paternidad que no es suya, y no por motivos más religiosos, que es lo que pretende el obispado: y es que el mismo don Manuel, como se ve en el primer párrafo, rechaza lo eclesiástico en favor de lo práctico, del servicio activo al prójimo, y ese es el verdadero sentido de su "santidad". Y también es "mártir", pues su alma es lacerada y torturada por una realidad que aún no se nos ha expuesto (la falta de fe de un hombre que sostiene la fe de los demás), pero que se nos está revelando en un símbolo clave que debemos interpretar y que aparece en la frase Valverde de Lucerna, de su aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él. Efectivamente, el pueblo de don Manuel  está situado entre un lago y una montaña: la aldea es el "broche", según la bella y significativa comparación, porque se encuentra en medio, uniendo a ambos. Pero, simbólicamente,el lago representa la duda y la montaña la fe, y lo único capaz de hacer que convivan en el alma de don Manuel es el pueblo, que los abrocha, no sin conflicto interior, pues es por ese pueblo por los que él lucha y trabaja.
     Por eso, porque aunque se trata de un texto narrativo, en la ficción literaria esta biografía es una defensa de la auténtica santidad de don Manuel (tesis) que realiza su discípula, la narradora Ángela Carballino, la estructura deductiva nos parece muy apropiada: partimos de lo general (la tesis que se va a defender: don Manuel siempre aspiró a ayudar a sus vecinos) para continuar en un nivel de concreción mayor enumerando diversas actividades que demuestran que la vocación, la intención, se transforma en realidad, y se culmina con un caso particular, el de Perote. Además, sabemos que después de este la narradora comentará otros muchos que, a modo de ejemplo, confirmarán y apoyarán esta tesis inicial, que es la santidad (bondad) del cura. Con respecto a su martirio, habrá que esperar a que aparezca Lázaro.
     En este texto, la figura principal es don Manuel. Aparecen junto a él, al final, varios secundarios que ya hemos mencionado: Perote, la hija de la tía Rabona y el hijo de aquella. Son secundarios en la obra, pero en el episodio que se narra en los dos últimos párrafos son protagonistas. Esta anécdota no solo concreta la tesis de la virtud de don Manuel, sino que a su vez, como en un juego de espejos, es revelador en muchos niveles, pues aquí don Manuel le pide a Perote que haga lo mismo que el propio don Manuel hace. En primer lugar, le solicita que finja ser el padre de ese niño, como don Manuel finge creer, porque, a pesar de ser falso, supone un bien mayor para terceras personas. Si Perote, el antiguo novio de la mujer deshonrada, anuncia ser el padre, asume una vergüenza que no le corresponde (pues supuestamente ha dejado embarazada a una chica sin estar casado con ella) y además deberá unirse en matrimonio con ella y responsabilizarse de un hijo que no es suyo. Esto es un sacrificio que podría haber evitado, un "martirio", como lo es el de don Manuel, que ejerce de cura convencido sin tener fe. Por supuesto, este sacrificio merece la pena porque se beneficia a otros. En el caso de Perote, la mujer no pasa por el escarnio público y el bebé tiene un padre, a parte de Dios. Más adelante, el beneficio será propio, pues el niño será quien cuide de Perote cuando este quede paralítico. Don Manuel, por su parte, sacrifica su vida por el beneficio de todos sus feligreses. El paralelismo va más allá aún, pues lo que le pide a Perote es que sea "padre", sin serlo, de un niño, cuando al principio del texto se reconoce que el cura (el padre en sentido religioso) deseaba ejercer de padre de los hijos de su hermana viuda (... había entrado en el seminario para hacerse cura, con el fin de atender a los hijos de una hermana recién viuda) y en última instancia de servir de padre, de tutelar espiritualmente, a los vecinos de su pueblo. Así, la historia de Perote es un reflejo de la historia de don Manuel.
     Además, en un tercer nivel interpretativo, no podemos pasar por alto que lo que se le pide a Perote es lo mismo que se le pide a san José cuando desea huir para que la Virgen María no fuera deshonrada al conocerse que estaba embarazada, una de las múltiples referencias bíblicas de la obra.


     Desde luego, si Perote es en cierto modo como san José, la hija de la tía Rabona no es como la Virgen María, pues se dice de ella que se había perdido. No obstante, los calificativos que se le aplican son de conmiseración por ella, no de condena (desgraciada, desahuciada): de ese sentimiento misericordioso procede el afán de don Manuel de solucionar su drama humano. Don Manuel no es un religioso de la condena y de la culpa (... no se trata de culpa), sino de la búsqueda de la prosperidad y la paz en los demás. Por eso, a esta mujer no se le califica de "golfa" o similar (actitud condenatoria), sino de "perdida", adjetivo que también se usa con la propia aldea al principio del texto (... no quería ser sino de su Valverde de Lucerna, de su aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él). Por estos motivos, Perote es trasunto del propio don Manuel y la madre soltera, perdida, es simbólicamente la aldea, que necesita del padre putativo, que no natural (la chica necesita a Perote, la aldea a don Manuel).


Nos está saliendo un Comentario ya extenso y denso, así que renunciamos a comentar tono, estilo, ritmo, ... Vamos a resaltar todo aquello que nos llame la atención del lenguaje y otros elementos, aunque no vamos a insistir mucho con las figuras retóricas, pues lo que más abunda son los símbolos, ya comentados, y las metáforas, por las que nos preguntan en cierto modo en el Ejercicio 4 y además hemos comentado una o dos.

     Desde el punto de vista de la expresión, nos llama la atención el uso esporádico de la posposición enclítica con respecto al verbo de los pronombres personales átonos (Decíase), aunque también se anteponen en este mismo texto (se había distinguido). Este uso enclítico solo sobrevive en la actualidad si el verbo está en infinitivo o imperativo (encontrarse, espérala),pero en la época, principios del siglo XX, era normal hacerlo con cualquier forma verbal.
     Más aún nos llama la atención el posesivo de tercera persona, que aparece en el texto muy a menudo y con distintos valores, siendo el mayor elemento, creemos, que destaca la subjetividad de determinadas partes del fragmento. Para empezar, encontramos un uso esta vez sí arcaico del adjetivo determinativo posesivo precedido por otro determinante (de una su hermana). Pero lo realmente interesante es su valor afectivo en varias ocasiones, como en su Valverde de Lucerna o en  ¡cómo quería a los suyos!). A partir de aquí, su, suyo aparece vinculado a las relaciones paterno-filiales, lo cual no deja de ser llamativo.
     El registro de la narración es objetivo, serio y formal (es la voz de Ángela), pero salpicado de expresiones emotivas, como exclamaciones (¡cómo quería a los suyos!) o selección léxica (especialmente la adjetivación valorativa, como la que hemos comentado para la madre soltera, de la que siente lástima, o para el propio don Manuel, del que no se resalta defecto alguno). Pero en el diálogo encontramos un uso del lenguaje aún más vivo y, por fuerza, más coloquial: además de excalmaciones, es propio de la lengua oral las frases inacabadas (-¡Pero, don Manuel, si no es mía la culpa ...!; -¡Quién lo sabe, hijo, quién lo sabe...!), el imperativo (Mira, ...) y el vocativo (¡Pero, don Manuel, ...!¡Quién lo sabe, hijo, ...!), entre otros elementos.
     Además del símbolo, que ya hemos comentado, aparecen metáforas no demasiado difíciles de entender (perdida, para referirse a una persona que no ha procedido como se espera, o báculo -bastón-, que es la persona que nos cuida, en la que uno se apoya). Se da una comparación (la del broche) y se juega polisémicamente con el término padre, que además de los significados ya señalados cabe incluir al mismo Dios, quien es Padre de sus criaturas (da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo). En definitiva, las figuras retóricas aquí no son excesivas y la mayoría son de contenido, no de forma, lo cual concuerda con el lenguaje sobrio, directo y tan cargado de significado como despojado de adornos lingüísticos que esperamos de un escritor noventayochista. Como figura de forma dudamos de si el uso constante de la conjunción copulativa y en este texto supone un polisíndeton consciente.



                       
     

      Vamos a ir terminando, y no podemos olvidar la opinión personal. Lo mejor es opinar sobre la obra y el fragmento, algo que realmente ya hemos hecho: hemos opinado por qué nos parece que el texto es propio de la generación del 98, por ejemplo, y podríamos traerlo aquí. Temas que pueden suscitar que demos una opinión personal son varios, pero conviene seleccionar solo uno o dos: la mujer y su situación de indefensión y desigualdad en la época del texto, y cómo ha cambiado su situación hoy en día y lo que aún queda por lograr en este aspecto; las personas entregadas por los demás: son pocas y no las valoramos, vivimos en un ambiente consumista y egoísta; la verdad y lo útil, si te parece bien o mal sostener mentiras porque creemos beneficiar así a otros o esto quita libertad de pensamiento a los demás, a los que se trata de tontos: ¿hacen eso con nosotros el Estado, la sociedad, ...?; las personas que ayudan desinteresadamente en ONG's o en la misma Iglesia Católica, donde mientras unos se refugian en la tradición o la teología o el dogma, otros tratan de ayudar a los demás -podemos mencionar a Cáritas-; la función de la literatura como "recreación" del mundo e interpretación de él: este libro no solo nos entretiene, sino que nos hace reflexionar sobre temas trascendentes; etc. Elige uno o dos, o propón tú otro, y redacta vinculándolo al texto. Voy a hacer yo una prueba, a ver qué tal.  


     Desde mi punto de vista, creo que ha quedado patente que este fragmento es representativo de la obra completa y, como anunciábamos al principio de este Comentario, nos da todas sus claves, si bien algunas están codificadas en símbolos y anticipos que cobran sentido pleno una vez que hemos leído y estudiado esta gran obra de Unamuno. Nos pone una voz, la de Ángela, que valora e interpreta los sucesos con cierto afecto tanto por don Manuel como por el Valverde de Lucerna y, además, nos deja claro por qué don Manuel es san Manuel y deja entrever por qué, además, es mártir. Aparece asimismo don Manuel, en su intención de entrega a los demás y los hechos que lo demuestran, pero también su duda interior y su impostura (a través del símbolo del lago y en el diálogo con Perote, en los argumentos que da). Y, al igual que el fragmento es representativo de la obra, la obra es representativa de todas las de Unamuno (es la última, además) y de sus inquietudes religiosas, existenciales, éticas y estéticas de este formidable escritor.
     Por otro lado, es imposible no reflexionar acerca de las desigualdades al leer el episodio de Perote. A principios del siglo XX no todos eran iguales, y las mujeres eran una parte de la población sobre las que, no solo las leyes, sino especialmente las normas sociales y las mentalidades, más desigualdades e injusticias ejercía. Si la madre soltera que vuelve después de haberse marchado con otro (y por eso se le califica de "perdida", que es despectivo) no hubiera encontrado el falso reconocimiento de paternidad de Perote, el escándalo habría sido tremendo en el pueblo, que la habría marcado para siempre, y muy probablemente a esta chica le habría costado encontrar pareja y además habría quedado desvalida en casi todos los sentidos, incluido el económico, y este precio no lo pagaría solo ella, sino también el niño. Ahora bien, que la solución para esta mujer sea que su antiguo novio de haga cargo de ella ya es significativo de la situación de desigualdad de las féminas con respecto al varón.
     Es cierto que esta ya no es la situación hoy en día, pero cabe apuntar al respecto que estamos lejos aún de una verdadera igualdad. Es cierto que la mujer ahora se incorpora al mundo laboral con más ventajas que las mujeres de principios del siglo XX, solo faltaba, y que ha ganado derechos, pero las oportunidades laborales siguen siendo inferiores con respecto al hombre. A nivel social, aún encontramos prejuicios y trabas para que la mujer pueda realizarse como persona en igualdad de condiciones con respecto al varón. Por eso, que la narradora sea Ángela, una mujer, que la voz evangelística, la que difunde y valora la vida de don Manuel, quien llegará a confesarse ante ella, es un aspecto crucial para entender el carácter de esta obra. 

No podemos quedarnos ahí. Hay que cerrar con una conclusión.

 

     Por lo tanto, hemos podido leer un fragmento revelador de San Manuel Bueno, mártir, donde se nos dan muchas claves para entender la obra y reflexionar y plantearnos cuestiones existenciales de importancia, como el sentido de la vida, la entrega a los demás y la fe o la duda en la existencia de la vida más allá de la muerte.

 
4. Explique el significado que tienen en el texto las siguientes expresiones:

a) [su vida era] reducir a sus padres hijos indómitos: Se dedicaba a conseguir que los hijos rebeldes se sometieran, obedecieran, a sus padres.
b) la desgraciada hija de la tía Rabona, que se había perdido: La desdichada hija de la tía Rabona, que se había comportado en contra de las normas sociales (había dejado a su novio y mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales con otro, quedándose embarazada por ello.
c) da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo: Di que eres el padre del niño, y sé así su padre, que ahora el único padre que tiene es Dios.
d) [el pobre Perote] tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel: El niño del que Perote asumió su paternidad es ahora quien le cuida y le sostiene.

(Puntuación máxima: 2 puntos).




 
Texto:

Emanuela Adina Maria Netbai (2º Bto. A)
Fernado Márquez Suárez (2º Bto. C)
Gabriella H. da Silva Mendes (2º Bto. A)
Ana Maraver Montero (2º Bto. C)
Juan Espinar Fuentes (2º Bto. C)
Francisco José Delgado Oropesa (2º Bto. C)
José Alfonso Bolaños Luque (el profesor de LCL)

Imágenes: Photo Pin (www.photopin.com)

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